Somos los que fueron tanto siendo nada
Somos los que fueron tanto siendo nada
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3:14monty python – four yorkshiremenweidmooyoutube – 12 de mayo de 2012
Kessler compartió sus ideas sobre por qué es importante reconocer el dolor que se puede sentir, cómo gestionarlo y cómo cree que encontraremos el sentido en él. La conversación está ligeramente editada para mayor claridad.
Kessler: Sí, y sentimos una serie de duelos diferentes. Sentimos que el mundo ha cambiado, y lo ha hecho. Sabemos que es temporal, pero no lo sentimos así, y nos damos cuenta de que las cosas serán diferentes. Al igual que ir al aeropuerto es diferente para siempre de cómo era antes del 11-S, las cosas cambiarán y este es el momento en que cambiaron. La pérdida de la normalidad; el miedo al peaje económico; la pérdida de la conexión. Esto nos golpea y estamos de duelo. Colectivamente. No estamos acostumbrados a este tipo de duelo colectivo en el aire.
Sí, también estamos sintiendo una pena anticipada. El duelo anticipado es ese sentimiento que tenemos sobre lo que nos depara el futuro cuando no estamos seguros. Normalmente se centra en la muerte. Lo sentimos cuando alguien recibe un diagnóstico grave o cuando tenemos el pensamiento normal de que algún día perderemos a uno de nuestros padres. El duelo anticipado es también un futuro imaginario más amplio. Se avecina una tormenta. Hay algo malo ahí fuera. Con un virus, este tipo de duelo es muy confuso para la gente. Nuestra mente primitiva sabe que algo malo está sucediendo, pero no puede verlo. Esto rompe nuestra sensación de seguridad. Sentimos esa pérdida de seguridad. No creo que hayamos perdido colectivamente nuestra sensación de seguridad general de esta manera. Individualmente o en grupos más pequeños, la gente ha sentido esto. Pero en conjunto, esto es nuevo. Estamos sufriendo a nivel micro y macro.
Quién escribió el sketch de los cuatro yorkshiremen
Esto suele traer consigo un sentimiento de frustración: “¿Por qué no puedo ser más como [inserte el nombre del amigo que publica sus logros en todas las redes sociales]? Culpa: “Se suponía que tenía que ayudar a fulano de tal con todas las cosas”. Y vergüenza: “Hace un año podía hacer XYZ con los ojos cerrados; ahora apenas puedo salir de la cama”.
Cuando nos sentimos vacíos y como si no tuviéramos nada que dar, el autocuidado es fundamental. También es cuando parece más imposible: el momento en que no tenemos espacio en la cabeza ni siquiera para considerar lo que podría ayudarnos a sentirnos mejor. Nos hemos quedado con la cabeza nublada, el corazón pesado y las extremidades cansadas y, para empeorar las cosas, tenemos la sensación de que el mundo se nos echa encima, queriendo más, y más, y más.
El enfoque del autocuidado se convierte en una cuestión de supervivencia, ya que se inicia el modo de descanso y recuperación. Todo lo demás puede, y debe, esperar. El autocuidado de supervivencia consiste en hacer lo mínimo para recuperarse. Además de asegurarnos de que comemos con regularidad y bebemos suficiente líquido, hay algunas cosas que pueden ayudar:
El reparto de los cuatro yorkshiremen
Es normal que los padres no estén de acuerdo y discutan de vez en cuando. Los padres pueden estar en desacuerdo sobre el dinero, las tareas domésticas o la forma de pasar el tiempo. Pueden discrepar sobre cosas importantes, como las decisiones que deben tomar para la familia. Incluso pueden estar en desacuerdo sobre pequeñas cosas que no parecen importantes, como qué hay de cena o a qué hora llega alguien a casa.
A veces, los padres pueden estar en desacuerdo entre sí y aun así conseguir hablar de ello de forma tranquila, en la que ambas personas tienen la oportunidad de escuchar y hablar. Pero muchas veces, cuando los padres no están de acuerdo, discuten. Una discusión es una pelea con palabras.
La mayoría de los niños se preocupan cuando sus padres discuten. Las voces altas y las palabras de enfado que utilizan los padres pueden hacer que los niños se sientan asustados, tristes o molestos. Incluso las discusiones en las que se utiliza el silencio -como cuando los padres se muestran enfadados y no se hablan- pueden resultar molestas para los niños.
Si la discusión tiene algo que ver con los niños, éstos pueden pensar que han provocado que sus padres discutan y se peleen. Si los niños creen que es su culpa, pueden sentirse culpables o incluso más molestos. Pero el comportamiento de los padres nunca es culpa de los niños.
Efectos de no hacer nada en todo el día
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Los periodos ocasionales en los que te sientes así son perfectamente normales. Puede significar que está sometido a un estrés extra o que está tratando de hacer frente a algo fuera de lo común en su vida. Estos sentimientos son temporales y no suelen ser nada grave. A veces pueden ser una señal de que necesitas dar un paso atrás, tomarte un descanso y dejar que tu mente y tu cuerpo descansen.
En otras ocasiones, estos sentimientos persistentes en los que no tienes ganas de hacer nada pueden ser síntomas de problemas más graves, como la depresión o algún otro tipo de trastorno del estado de ánimo. Si experimentas una pérdida de interés por las cosas que normalmente encuentras placenteras o una sensación de apatía por la vida en general que dura más de dos semanas, habla con tu médico.